“Lo nuestro” es el título del nuevo espectáculo de los guitarristas Fernando Egozcue y José Luis Montón que unen sus talentos por primera vez para presentar un proyecto donde exploran dos de los géneros más universales: el tango y el flamenco.
Con una extensa carrera, tanto en solitario como colaborando con figuras de primera línea, ambos artistas están considerados como referentes cada uno en su género aportando su estilo personal que los lleva a trascender las obras maestras del tango y flamenco con composiciones y arreglos propios para presentar un concierto único.
El tango está considerado como uno de los palos básicos del flamenco, abriendo a su expresión rítmica nuevos caminos. Los estudiosos del género estiman que su origen es afrocubano. Todos sus estilos supieron adoptar el ritmo y metro binario del tango para convertirse en géneros flamencos con identidad propia, al mismo tiempo que llegaban a Buenos Aires, desde Europa pero también desde Cuba y desde África, las bases musicales para crear el universal tango porteño.
En el repertorio de este espectáculo reviven los palos flamencos donde las raíces más se adentran, tonás, seguiriyas, soleá, malagueñas, bulerías para abrazarse al revolucionario Astor Piazzolla en “Libertango”, Ángel Villoldo con “El Choclo” que se entrelazan con composiciones originales de Fernando y José Luis.
La música de Egozcue es de raíz argentina e intensamente emotiva, concebida como una música de cámara, con un fuerte y fluido desarrollo rítmico. Tanto su formación clásica como la influencia del jazz y las músicas contemporáneas se combinan para dejar paso a la pasión y a la fuerza expresiva de una música auténtica, verdadera, arrebatadora…. logrando ser el autor de un género de música propio, único en todo el mundo que le ha consolidado como un reputado compositor e intérprete.
José Luis Montón destaca por su sensibilidad en la improvisación y sensualidad en la técnica que hacen de su directo un espectáculo de flamenco de primer nivel. Posee el corazón y habilidad de convertir, incluso la nota más anodina, en un torrente que va creciendo, hasta capturar la más pura expresión de un arte, que no es simplemente un aluvión de notas, sino una expresiva fusión de talento y alma.